Es probable que ya hayan oído hablar un poco sobre la película llamada “Music”, la cual produjo y dirigió la cantante australiana Sia y cuya protagonista es la famosa Maddie Zielger, una persona no autista. Me invitaron a ver una proyección como miembro del consejo asesor de CommunicationFirst, cuya misión es abogar por las personas con trastornos del habla.

Antes de mencionar el aspecto de las discapacidades relacionado con esta película, necesito compartir una reseña general de lo que noté mientras la veía. Primero, Music vive en un vecindario en el cual todas las personas parecen estar al pendiente de su bienestar y cuentan con innumerables horas no remuneradas para asegurarse de que Music pueda moverse de forma segura. Su abuela parece no tener ningún problema para pagar la renta y el superintendente a menudo la cuida gratis. Los interludios musicales parecen acrecentar su vida diaria, en lugar de proporcionar un escape necesario de la estimulación sensorial excesiva que muchas personas autistas experimentan. Esta última parte es muy notoria para mí debido a que dependo del escapismo cuando las cosas se vuelven demasiado abrumadoras.

Lo que realmente me molestó fue la forma en que usaron a Music como un accesorio para progresar la vida de todos menos la de ella. No tengo idea de por qué la película lleva su nombre porque el tiempo que le dan al desarrollo de su personaje es muy poco. Por una parte, Music encuentra el cuerpo sin vida de su abuela, pero nunca se menciona o se reconoce ese trauma. La colocan bajo el cuidado de su hermanastra sin ninguna supervisión legal o designación de tutela. Y me pregunto si algún tribunal le permitiría asumir la responsabilidad por una persona autista no verbal a alguien con tan poco historial actual que está en un programa de rehabilitación. Hay demasiados agujeros en la trama y no hay una trayectoria para el personaje principal.

En cuanto al punto de vista de la defensoría de las personas con discapacidades, ya se ha escrito mucho sobre esto antes del estreno de la película: cómo una actriz no autista interpretó a Music; cómo Sia ignoró los comentarios de los defensores autistas después de que se difundió el tráiler; que las escenas con restricciones estaban perpetuando un mito acerca de una práctica prohibida en más de treinta estados; y que el enfoque de la película es discriminatorio en contra de las personas con discapacidades.

Creo que hay dos puntos destacados para mí. En primer lugar, que es una caricatura de las personas autistas que depende de representarnos como personas inocentes con bocas abiertas y audífonos y como símbolos de pureza para recordarnos sobre el sacrificio desinteresado. En segundo lugar, la suposición de que no tenemos nuestros propios sueños o esperanzas para el futuro y que las experiencias de vida de todas las personas que nos rodean, es decir, las personas que no tienen discapacidades, son centrales y más importantes que nuestros propios sueños para el futuro.

Es realmente la afirmación más evidente de esta película que Music es un accesorio cuyas palabras no importan y cuya opinión nadie pide en ningún momento. ¿Qué siente acerca del regreso de su hermana intrigante? ¿Quiere que el hombre que la ha restringido físicamente en múltiples ocasiones en el pasado se mude a su casa? ¿Alguien le ha dicho que asesinaron a su amistad en un incidente de violencia doméstica? ¿Qué pasa con el duelo por el fallecimiento de su abuela?

Como mínimo, tenía la oportunidad de usar su fama para mostrar un retrato de la complejidad de ser una persona autista. En cambio, Sia decidió utilizar un montón de trucos baratos, incluso en la escena final en la cual Music empieza a cantar en una boda. Esto fue justamente la definición de “porno inspiracional” y fue extremadamente ofensivo. No cabe duda de que tendrá éxito con el público en general, pero como alguien en quien se supone se ha basado este personaje, estuvo tan lejos de la realidad que espero que desaparezca en silencio y con poca publicidad. Mientras tanto, conozco un hecho verdadero que puede guiar a cualquier persona que desee hacer una película sobre las personas autistas: inclúyannos en el desarrollo, centren nuestras voces y asegúrense de presentar nuestras vidas con la riqueza con la que las vivimos.


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